Imagínate salir de casa a un viaje de fin de semana. Solo sabes el destino, el resto lo ha organizado tu acompañante. Sabe a qué hora salir, qué ruta elegir, dónde parar a comer, sabe dónde llamar si hay algún tipo de contratiempo.
Además, te ha dicho qué meter en tu maleta sin tener que preocuparte de ello. Sabe las actividades que podéis hacer cuando lleguéis, qué ver y con qué tener cuidado. Tú solo tienes que preocuparte de disfrutar y tal vez, de echar una mano en algún momento concreto.
Estás tranquilo, cada viaje sale bien, y no necesitas pensar cómo ha sido el proceso para que todo esté tan bien organizado, solo te dejas llevar. Sin embargo, tener todo eso “bajo control”, conlleva un esfuerzo titánico para tu acompañante, que hará que el viaje de fin de semana se convierta en una hazaña agotadora.
Ese viaje es el que organizan y sostienen día a día 3 de cada 4 mujeres según los datos recogidos en la encuesta desarrollada por la marca Procter & Gamble, aunque el 40% de ellas desconoce que esto supone una carga mental y el 45% nunca ha hablado de ello con nadie.
Desde Intropsicólogos Madrid te animamos a que reconozcas tu nivel de carga mental, y con un juego que estamos seguros de que te gustará, y que podrás encontrar al final de este artículo, pasarás un rato divertido
La carga mental es un esfuerzo no físico, una labor invisible y poco valorada. Es un trabajo no reconocido que aumenta el estrés, la ansiedad y que puede crear conflictos en la pareja. Para la sociedad es difícil de reconocer ya que los cuidados domésticos no se valoran ni remuneran. Históricamente, la gestión del hogar ha sido entendida como algo femenino que ellas hacen de manera innata.
Durante años hemos combatido la desigualdad con el reparto de tareas entre ambos sexos, de manera que si las mujeres decían a la pareja “saca la basura”, “pon la lavadora”, ya creíamos haber solventado ese desequilibrio. Muchos hombres sienten que colaboran de modo equitativo en las tareas (los datos dicen que lo hacen mucho más que sus propios padres), pero la realidad es que las mujeres han seguido responsabilizándose no solo de parte de la ejecución sino de la organización y de la coordinación invisible de todo el entramado doméstico.
Nos resulta llamativo que sin embargo, en el ámbito laboral, y por tanto visibilizado y remunerado, se sigue prefiriendo a hombres para ocupar puestos de mando y poder, demostrando sobradamente que poseen cualidades para ello.
Parte de la solución puede residir en la corresponsabilidad, lo cual significa hacer un reparto equilibrado de las tareas y de las responsabilidades familiares, así como su organización y ejecución distribuyendo de una manera justa los tiempos de vida de mujeres y hombres. Cada vez más se apuesta por la corresponsabilidad como concepto en el que educar a nuestros hijos para combatir esa “carga mental” desigualitaria en los hogares.
Siendo conscientes ambas partes de su existencia podremos tener una mirada más crítica, visibilizándola y definiéndola como una tarea más que se debe compartir.
Si aún tienes dudas, os dejamos unas pistas para saber identificar si estamos sufriendo “carga mental”:
JUEGO de la visibilidad
En este día de la mujer trabajadora os proponemos un juego para hacer en pareja, podremos evaluar cómo se reparte la carga mental y la ejecución real de las tareas y si necesitamos revisar nuestra corresponsabilidad en casa.
Instrucciones: Sentáos uno frente al otro, con papel y lápiz para apuntar vuestras respuestas según leéis las preguntas, responded lo más rápido que podáis. Si no tenéis hijos, podéis dejar en blanco las preguntas referentes a las mamás y los papás:
Ha llegado el momento de poner en común las respuestas marcando las acertadas, o las que tienen el nombre de uno mismo como respuesta…, ¿qué encontráis? ¿hay un reparto equitativo?
Os animamos a aprovechar el momento para hablar de cómo os sentís y buscar un reparto más igualitario si es necesario.
Si sois de las parejas en las que las respuestas son equilibradas ¡Felicidades!