Hoy vamos a hablar de una de las causas de crisis en las relaciones de pareja: la infidelidad. Muchas parejas acuden a terapia por este motivo, después de que uno de sus miembros haya sido infiel, lo que marca un punto de inflexión en la relación.
La infidelidad habitualmente pone en cuestión la relación de pareja y obliga a repensarla, ya que se resquebraja la confianza mutua. Puede ser un momento de evolución para las personas que componen la pareja y para la propia relación, en el que pensar en las necesidades de cada uno, cómo se sienten en la relación, qué necesitan para estar bien y si la pareja necesita algún cambio para continuar o disolverse.
La infidelidad implica la ruptura de un acuerdo establecido de forma directa o tácita, y existen motivos muy diversos que pueden llevar a que ocurra. En general, cuando sucede tenemos que pararnos a pensar qué necesidad está cubriendo para quien es infiel y qué mensaje transmite.
Algunas veces, ser infiel es la manera que tiene la persona de resolver un conflicto que le es difícil comunicar, por lo que de forma inconsciente recurre a llevar a cabo un acto que dinamite el statu quo y ponga sobre la mesa algo que no va bien. Puede ser una forma de colocarse en el foco de pensamiento del otro, un deseo de hacer un cambio en la relación, una manera de probar la propia capacidad de atraer a alguien… Dependiendo del conflicto subyacente a la infidelidad, el planteamiento de cómo abordarla será distinto.
La huella que deja en la persona que sufre la infidelidad puede afectar de diversas formas. Es frecuente que quien ha sufrido una infidelidad atribuya la causa a su propia capacidad de gustar y su valía, alimentando una herida en su autoestima que necesita reparar. También puede suceder que el temor a volver a confiar y ser defraudado se instale en la mente de quien sufre una infidelidad, generando una dinámica de relación difícil de sostener. Hay parejas que entran en un juego de perseguido y perseguidor fruto de esta desconfianza que provoca mucho dolor. Pueden aparecer sentimientos de rabia hacia la pareja, ya que en las relaciones depositamos mucho de nosotros mismos y de nuestra intimidad. La fractura de ese compromiso puede generar mucho enfado, que será necesario elaborar tanto si se decide continuar en la pareja como si se opta por marcar un punto final.
Como vemos, hay distintos aspectos que suelen aflorar ante una infidelidad en la pareja, aunque como siempre decimos, cada individuo y cada pareja son únicos y afrontarán esta situación de una forma singular. En estos casos, es muy recomendable acudir a una psicoterapia donde poder elaborar lo sucedido.