En este post vamos a hablar de una de las herramientas que tenemos disponibles para cuidar de nuestra salud psicológica y emocional: la escritura. Escribir para nosotros mismos es una buena forma de narrar aquello que nos preocupa o nos duele, reflexionar cuando tenemos que hacer una toma de decisiones, practicar cómo queremos comunicarnos y desahogarnos en situaciones difíciles.
Hay algunas características de la escritura que la convierten en un ejercicio muy beneficioso:
A través de la escritura podemos conocer mucho sobre nosotros mismos y poner claridad en nuestros contenidos mentales. Sin embargo, no sustituye la necesidad de comunicarnos con otra persona, especialmente cuando se trata de problemas o conflictos difíciles de elaborar. En estos casos, se hace imprescindible la presencia de otra persona con quien hayamos forjado un vínculo de confianza que nos acompañe en el proceso, conteniendo nuestras emociones y angustias, y facilitando la labor de explorar a través de ellas nuestros propios significados.