Insomnio

Si a menudo....

  • Pasas horas dando vueltas en la cama sin poder quedarte dormido...
  • Te despiertas varias veces a lo largo de la noche...
  • Te despiertas a las pocas horas y no logras conciliar el sueño de nuevo...
  • Te levantas cansado, como si tu sueño no te hubiera ayudado a recuperarte...
  • Tienes sueños o pesadillas que no te permiten descansar...
  • Encadenas pensamientos recurrentes que te preocupan y no te dejan quedarte dormido...

Probablemente estés sufriendo insomnio. El insomnio es un problema habitual que afecta a la calidad de vida de quien lo sufre y puede traer diferentes problemas asociados. Sigue leyendo si quieres más información.

¿Qué es el insomnio?

El insomnio consiste en el mantenimiento y la recurrencia de la dificultad para conciliar el sueño, mantener regularidad en el mismo o sufrir despertares e interrupciones en el descanso que acarrean la sensación de no haber dormido de forma reparadora.

Si bien todas las personas podemos pasar etapas con mayor dificultad de descanso o con preocupaciones que nos lleven a “darle vueltas” a la cabeza y a quitarnos tiempo de sueño, consideramos que una persona sufre de insomnio cuando esto se convierte en tónica general en su vida; cuando deja de ser algo puntual para convertirse en algo mantenido en el tiempo.

El insomnio lleva asociadas alteraciones de ánimo con sentimientos de irritabilidad, tristeza, susceptibilidad, agotamiento físico y mental, así como alteración cognitiva de memoria, atención, fatiga, etc.

Qué podemos hacer si sufrimos insomnio

En algunas ocasiones, y como primera opción, los problemas de insomnio se pueden mitigar siguiendo una serie de pautas básicas de higiene del sueño:

  • No hacer comidas copiosas antes de dormir: las digestiones pesadas puede interferir en el descanso.
  • Tener un nivel moderado de actividad durante el día: que te permita llegar a la noche con ganas de descansar. Si la actividad es excesiva y muy cercana a la hora de irnos a la cama, puede generar estrés elevado que tampoco facilita el sueño.
  • No consumir sustancias estimulantes, y si se consumen, no hacerlo en las horas previas a la de dormir: la cafeína y otras xantinas son sustancias que bloquean los receptores que nos ayudan a conciliar el sueño.
  • Respetar los ritmos circadianos de nuestro organismo: que regulan el patrón de sueño y vigilia. Nuestro cerebro está preparado para inducir el sueño por la noche, cuando hay ausencia de luz, y despertar cuando amanece.
  • No exponernos a estímulos luminosos antes de dormir: como pantallas de ordenador, televisiones o el teléfono móvil.
  • Tener una rutina de sueño: es recomendable tener un hábito relativamente estable de sueño, acostándonos y levantándonos todos los días aproximadamente a la misma hora.
  • Practicar ejercicio físico, unas horas antes de ir a dormir.
  • Dormir en un ambiente adecuado para el descanso: para poder conciliar el sueño, es importante que haya oscuridad y una temperatura agradable, ni frio ni calor.
  • Si tienes una preocupación puntual antes de ir a dormir, anótala en un cuaderno y déjala allí escrita para resolverla al día siguiente.

Cuando estas pautas básicas no resuelven las dificultades para dormir, es el momento de analizar con la ayuda de un psicólogo  el problema con un nivel mayor de profundidad.

Cómo entendemos el insomnio en Intro Psicoterapia

El insomnio, al igual que otras problemáticas que trabajamos en consulta, es el resultado final de la interacción de diferentes factores. Es, como nos gusta entenderlo, “la alerta” o “alarma” que nos hace plantearnos que algo está yendo mal. Por ello, lo que buscaremos será los conflictos o razones que confluyen para que la persona sea incapaz de conciliar el sueño o se despierte “atacado” durante el mismo.

Detrás del insomnio solemos encontrar preocupaciones, angustias o conflictos sin resolver que tienen que ver con cuestiones ajenas al sueño. Éstas pueden depender de una circunstancia que esté viviendo la persona en ese momento, o de conflictos más complejos que se hace necesario detectar, esclarecer, poner nombre y elaborar conjuntamente.

La persona que sufre de insomnio no suele tener el insomnio como único síntoma. De la misma manera, a lo largo del tiempo hemos ido comprobando que cuando se van trabajando problemas que la persona tiene aparcados o se pone claridad sobre dificultades detectadas pero que resultan desbordantes, se recupera el sueño y el descanso.

Esto ocurre porque por la noche es el momento del día donde menos estímulos externos tenemos que “apaguen” o mitiguen los internos. En el silencio, digamos, emerge el ruido de lo que no está ordenado a nivel consciente o inconsciente. Lo que durante el día nos mantiene tristes, irritados o estresados, continúa haciéndolo en la noche.

Tratamiento del insomnio

Para superar estas dificultades necesitamos acotar su ocurrencia,funcionamiento, y significado, para poder partir hacia las causas que son origen. Pensamientos, ideas o conflictos que están provocando malestar; a veces situaciones vitales, familiares, profesionales, o problemas antiguos que emergen provocados por otros presentes.

Partimos entonces de un espacio seguro y un vínculo donde empezar a expresar y exponer lo que te preocupa, hablar de tu momento vital, de las cosas que están afectándonte y poco a poco ir llenando la mesa de “las piezas” que necesitamos para construir “el puzzle”.

Al hacerlo y ganar claridad, iremos comprendiendo y elaborando lo que está ocurriendo, así como actuando en la dirección necesaria para superar las trabajas. De esta manera, como ocurrirán con el resto de síntomas psicológicos, el insomnio irá mitigándose, pues ya no habrá que dedicarle tiempo a lo ordenado.

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