El trastorno bipolar es un diagnóstico del que existe cierto desconocimiento a nivel social; muchas de las ideas que tenemos en el imaginario popular generan confusión y no son correctas. Para las personas que lo sufren, sus familiares y allegados, es importante tener información fiable sobre este problema. Si quieres saber más sobre él, continúa leyendo.
¿Qué es el trastorno bipolar?
El trastorno bipolar es un problema que afecta a la persona en un plano físico, cognitivo y emocional. Existen diferentes tipologías de trastorno bipolar, que dependen de los síntomas que se presenten, su intensidad y frecuencia.
Las personas que sufren un trastorno bipolar presentan a lo largo de su vida episodios en los que se dan importantes fluctuaciones en su estado de ánimo, atravesando momentos en los que se sienten tristes, abatidas, sin posibilidad de disfrutar, y otros momentos en los que se sienten llenas de energía, pudiendo pasar días sin dormir, haciendo planes y en un estado de activación muy elevado.
Los distintos estados de ánimo que pueden aparecer se denominan episodios de manía, hipomanía y depresión. Cuando la persona se encuentra en un estado de ánimo regulado, ni deprimido ni elevado, hablamos de estado de ánimo eutímico.
Los episodios depresivos se caracterizan por:
- Sensación de tristeza durante la mayor parte del día
- Pérdida o aumento del apetito
- Dificultades para concentrarse o para tomar decisiones
- Insomnio o hipersomnia
- Labilidad emocional
- Pensamientos sobre la muerte o ideas de suicidio
- Apatía, falta de motivación
- Anhedonia, dificultades para disfrutar de las cosas que antes provocaban placer
- Pérdida de energía y sensación de fatiga
- Lentitud corporal y tono de voz bajo, o por el contrario agitación motriz
- Pensamientos negativos: culpa, sentimiento de inutilidad, etc.
Las características de los episodios de manía son:
- Una autoestima exagerada o sensación de grandiosidad
- Disminución de la necesidad de dormir
- Verborrea, hablar más de lo habitual en esa persona
- Sensación de que el pensamiento está acelerado
- Mayor facilidad para distraerse
- Aumento inusual de la actividad
- Implicación excesiva en actividades placenteras como hacer compras, tener relaciones sexuales o hacer inversiones económicas
- Deterioro severo de la vida personal, social o laboral, o aparición de síntomas psicóticos
En algunas ocasiones pueden aparecer síntomas depresivos y maníacos de forma simultánea, lo que se considera un episodio mixto.
En los episodios de hipomanía, los síntomas son similares a los de manía, y se diferencian de ellos en su menor intensidad y en que no aparecen síntomas psicóticos ni un deterioro tan importante de la vida personal.
Tipos de trastorno bipolar
Existen descritos cuatro tipos de trastorno bipolar, que dependen de la duración e intensidad de sus síntomas.
- En el trastorno bipolar tipo I, la persona ha padecido al menos un episodio maníaco o mixto a lo largo de su vida, puede haber presentado o no episodios de depresión.
- El trastorno bipolar tipo II se caracteriza por fases de hipomanía y depresivas, no habiendo presentado ningún episodio maníaco.
- En el trastorno ciclotímico, la persona presenta fases de depresión leve y etapas de hipomanía durante al menos dos años.
- Por último, hablamos de trastorno bipolar no especificado cuando aparecen síntomas que no cumplen con los criterios diagnósticos de los anteriores.
Cómo entendemos el trastorno bipolar
La sintomatología que aparece en las personas que sufren un trastorno bipolar puede mermar su calidad de vida en diferentes niveles de gravedad. Para poder manejar los síntomas y que no interfieran con el funcionamiento cotidiano, se hace necesaria la utilización de psicofármacos que ayuden a regular el estado emocional. La intervención farmacológica ajustada y adecuada, acompañada de una psicoterapia, puede reducir los episodios o crisis y la angustia que generan, logrando una mejor calidad de vida.
En una psicoterapia ofrecemos un espacio seguro a la persona que sufre este problema, así como a sus familiares si ella lo desea, que le sirva de apoyo para conocer y comprender lo que le ocurre, facilitar que desarrolle la capacidad de identificar cuándo comienza a entrar en un episodio y regular su estado emocional. Como ocurre en otros problemas psicológicos, los síntomas y la forma de vivirlos son únicos en cada caso y es necesario conocer bien a la persona en toda su complejidad para poder trabajar más allá de sus síntomas.