Ya estamos inmersos en las fiestas de Navidad y puede que te hayas descubierto a ti mismo más nostálgico, recordando con más frecuencia a las personas que estuvieron en tu vida, con cierta sensación de melancolía, o por el contrario quizá te has notado ilusionado, eufórico, con ganas de encontrarte de alguna forma con las personas que quieres… Y es que las fiestas de Navidad suelen movilizar cuestiones emocionales que podemos pararnos a observar para entendernos y cuidar mejor de nosotros mismos. No es casualidad que tras las fiestas, cada año haya una mayor demanda de consultas psicológicas.
La Navidad es una época del año que genera reacciones internas de distinto tipo. Hay quien la vive con ilusión, evocando momentos gratificantes en compañía de sus seres queridos, otras personas pueden vivirla con desasosiego, asociándola a sentimientos dolorosos de soledad, abandono o tristeza, por aquello que sienten que no tuvieron o que perdieron. Y lo que es más habitual es que haya una mezcla de emociones distintas. A menudo, las fiestas navideñas nos conectan a nivel consciente o inconsciente con las festividades de otros años, en un hilo invisible que nos lleva hasta nuestra infancia, con la peculiaridad de que son una celebración colectiva con una serie de tradiciones que todos tenemos en nuestro imaginario: familia, luces, regalos, reencuentros, configuran una Navidad “ideal” que puede influir en nuestros deseos.
Nuestra historia tiene un peso fundamental a la hora de explicarnos cómo nos sentimos cuando llegamos a estas fechas señaladas en el calendario. Por ese motivo, te proponemos algunas preguntas que puedes hacerte para entender mejor cómo te sientes en estas fiestas:
– ¿Cómo fue la Navidad durante los primeros años de tu vida?
-¿Con qué objetos, personas o situaciones la asocias?
-Cuando piensas en la Navidad, ¿qué emociones te despierta? ¿Recuerdas haberlas sentido otros años?
-¿Qué balance haces de este año que termina?
Teniendo en cuenta las respuestas que te das a estas preguntas, puedes ir tomando conciencia de lo que supone para ti esta época del año. Desde este lugar de mayor conciencia de ti mismo puedes ir abriendo opciones acerca de cómo pasar estas fechas que se ajusten a lo que verdaderamente necesitas y que es posible que no se corresponda exactamente con esa “Navidad ideal” que a veces fantaseamos. En ese sentido, te planteamos algunas preguntas para profundizar en tus deseos:
El paso del tiempo nos va dando oportunidades nuevas para entendernos, darnos aquello que necesitamos y tratarnos de la manera que queremos ser tratados. Por eso, habrá Navidades en compañía de familia, amigos o compañeros de trabajo, Navidades en soledad, Navidades divertidas y Navidades tristes. Porque no hay una forma correcta de vivir esta época del año.
¡Os deseamos que paséis unas Navidades en coherencia con lo que sois, sentís y deseáis!