Hola, quisiera hacer una consulta. Hace tiempo que siento que he cambiado, me cuesta mucho encontrar el momento de llamar para interesarme por otras personas, hacer regalos y estar pendiente de sus cosas. Antes sabía qué médico tenia cada persona, los cumpleaños, tenía regalos preparados, fiestas…pero ahora se me olvidan a menudo. También estoy formándome en algo que me gusta y me cuesta mucho estudiar, no consigo estar concentrada en lo que leo, no sé bien qué me pasa ni qué hacer, me hace sentir mal pero no puedo evitarlo.
Hola, por lo que nos dices parece que antes las demás personas ocupaban un gran espacio en tu pensamiento y que ahora esto es diferente. ¿Relacionas ese cambio con algo?, ¿hay otras cosas que ocupan ahora tu mente? Puede ser que estés en un momento en el que hay algo que te urge más atender y hace que el cuidado de los demás haya pasado a un segundo plano.
Por tus palabras vemos que es importante para ti estar atenta a los otros y vives como algo negativo no estar pendiente de sus cosas, ¿cómo te sientes cuando tomas conciencia de que has olvidado una fecha importante para otra persona? Puede ser que interpretes esto como haber fallado y que sea algo que no está permitido para ti.
Pensamos que puede serte útil plantearte de dónde surge el deseo de estar para los demás. A veces, puede ocurrir que tratemos de darnos a los otros por temor a que nos abandonen; de esta manera podemos tener cierta sensación de que controlamos que esto no ocurra. También puede ser que los demás nos ofrezcan una mirada positiva de nosotros mismos cuando nos mostramos disponibles, y esto conecte con necesidades profundas de ser vistos como valiosos. Piensa si estas necesidades han podido marcar tu manera de vincularte.
Nos surge la duda de si sientes que tenía algún coste relacionarte como lo hacías antes. A veces, cambiamos porque llegamos a un punto en que tomamos conciencia de que las formas de funcionar que teníamos ya no nos sirven, pero puede producirse un temor por abandonar aquellas maneras de relacionarnos que un día sí nos sirvieron, y que incluso constituyeron una parte de nuestra identidad.
Puede ser que las dificultades para concentrarte en estudiar estén relacionadas con el malestar que nos cuentas. Te animamos a que sigas analizando en una psicoterapia estas cuestiones que te planteamos.
Un saludo